¿Qué diferencia hay entre amar y hacer el amor?

Sigo haciendo preguntas, y la primera que se me ocurre, ¿los qué hacen el amor siempre se aman, o se quieren, o sólo es un deseo, una interconexión de filamentos nerviosos que ponen en marcha a un encuentro genital?

Pero antes digo, ¿para hacer el amor qué hay que sentir?

Es lo mismo sentir qué uno quiere a una persona y desea hacer el amor, o se puede hacer el amor sin tener un sentimiento? La mayoría de las relaciones sexuales con prostitutas, demuestran que el querer hacer el amor, para no utilizar verbos directos, como fornicar o follar o coger, o como los modismos españoles en latinoamérica lo llaman, son mecanismos que no generan sentimientos, ni vínculos afectivos, por el contrario son transacciones que satisfacen por dinero y nada se espera más allá del momento vivido. Sinceros reflejos de poner el cuerpo despojado de una carga afectiva que implica otro espectro de cuestiones que hablaremos en su momento.

Querer, amar, corresponder afectivamente implica un compromiso que puede o no llevar a la genitalidad.

El amor de una madre por sus hijos, es importante preguntarnos sabemos qué es ese amor que se siente, es una subjetiva reacción que no puede medirse, se expresa, pero es  tan personal y tan íntima que no puede, ni debe ponerse en tela de juicio o comparación. Cada uno es y ama a su manera. Los poemas, las novelas, los cuentos, denotan y exponen historias de amores y son ficciones o creaciones de autores que lo pueden sentir o no. Y vuelve mi curiosidad y pregunto a cada uno de mis lectores, ¿tienen idea de qué significa para cada uno amar, querer, desear, sentir esa magnifica pasión? Quizás haya explicaciones neurológicas, psicológicas, literarias, pero cada una tendrá improntas muy diferentes, sigue el misterio del amor al misterio del mundo cerebral.

El corazón palpita, la piel se eriza, se acelera el pulso, se tiembla, se enrarece la mirada, y muchas otras sensaciones, percepciones que multiplican a que el alma, la psique, la libido se ponga a funcionar, ¿pero dónde se origina todo este movimiento?, ¿cuáles son los mecanismos que dan definición y dimensión a todos ellos?

Avanza mi pensamiento y obviamente siempre soy mi autorreferente, y me pregunto: ¿ Sé qué es querer. sentí amor, me sentí querida, amé y quise a mis padres, a mis hijos, a mis nietos? ¿ Las veces qué hice el amor, amé y quise a mi compañero?

Parece un laberinto de ideas y sin embargo se mezclan todos mis sentimientos, porque querer y amar no pasa por hacer el amor y la genitalidad. Es tan amplio y tan abarcativo, para lo cuál lo que vengo desarrollando de la sexualidad, del sexo y de todo lo que me intriga siguen siendo cuestiones que son díficiles de acotar o responder.

Quiero, Quiero, Quiero, amar, estudiar, comprar, verbo ambiguo que pone mi voluntad y mi deseo a lograr algo.

¿Quiero?, implica un cuestionamiento, qué quiero, cuánto, a quién y cómo, con cuál y todos los adverbios y es obvio, el por qué y para qué. Mido con intensidad o con un termómetro y en realidad esta palabra tan ambigua es al menos en español una mera expresión subjetiva que acompaña nuestro quehacer cotidiana y se regula con la voluntad en cada nuevo día.

Querer y amar, ya suenan diferentes, implica un otro, pero es muy común no personificar, sino que es ponerlo en el trabajo, en el estudio, en el pintar o en miles de actividades que no tienen nada que ver con una pareja o un ser familiar.

Me siento enredada en todas estas dudas, me encantaría que seamos sinceros y reflexionemos cuándo sentimos algo por el otro, cuánto nos dura y cuánto tiempo de nuestra vida estamos amorosamente ligados y cuánto sufrimos y estamos desolados.

Para muchos el amor y el querer implica sufrimiento, para otros es placer o entretenimiento, me dirán que es estar vivo y gozar, ser correspondido y vibrar. Sin embargo hay mucha gente que vive en las nubes y no sabe lo que realmente le pasa por su corazón o por su cerebro o por su piel. Sólo tránsita.

Sigo dejando abierta esta cuestión, ¿sabemos amar, sabemos hacer el amor, sabemos conjugar las dos cosas, podemos diferenciar los grados de amor?

Soy mujer y poco conozco sobre mi identidad. Se pensar y poco conozco sobre como funciona mi capacidad cerebral. Creo querer y amar pero no puedo diferenciar grados y correspondencias. crecí y vivo sin saber, para todo prevalece una incognita o ignorancia. Hoy me alegra saber que no sé porque tengo la oportunidad de empezar a analizar lo que quiero, de lo que quise, de lo que ame y deje de amar. Sigo y camino buscando en mí y en mi derredor todas estas intrincadas cuestiones que me mantienen viva y me motivan a seguir buscando en mi interior y en mi realidad de hoy.

Sexualidad y Sexo: lo femenino y lo masculino

Todos los archivos conducen a un objetivo. ¿Cuál es la meta? Hoy, más seriamente quiero empezar a dialogar, a exponer todo lo que me preocupa, me ocupa y que también afecta y compromete a cualquier persona en este mundo actual.

Chicos y grandes, jovenes y viejos, mujeres y hombres, todos somos seres sexualmente comprometidos en todos los actos y roles de nuestras vidas. Con una maravillosa virtud, cada uno es uno, individual e irrepetible, lo que yo soy y me pasa es absolutamente diferente e íntimo. No es comparable, no es posible transmitir, ya que cada uno tiene su impronta, al igual que la identidad y las huellas digitales.

Lo que siento, lo que percibo, lo que gozo, lo que sufro y lo que me afecta, como bien se sabe, es subjetivo, lo que significa, propiedad de cada sujeto. Si bien se puede decir que somos objetivamente observados y somos reales, de carne y hueso, pues así como poco se conoce del mundo cerebral, tampoco sabemos de lo que cada ser es, percibe y siente.

Se hablaba de dolores del alma, de las convicciones y cuestiones de fe, pero muy poco se indaga uno mismo en: ¿qué soy?, ¿cómo me siento?,  ¿qué me pasa?, ¿cómo vivo?, ¿cómo y cuánto aprendo?

Dejaría acá los interrogantes, porque son multiplicadores de dudas y desconocimientos. Nacemos dependientes y nos largan al mundo, digamos que nos tiran al ruedo de la vida sin nada más que un pequeño bagaje de autoconocimiento y desde ese momento debemos arreglarnos y permitir a nuestro propio ser a vivir, jugando, probando, preguntando, y todos esos gerundios que ayudan a crecer.

Si yo soy mi autorreferente puedo decir que nadie me enseño a lavarme bien los dientes, ni hablar de mis genitales, y cuidar el cuerpo y la alimentación. Parecen cosas tan obvias, sin embargo se convierten en acciones automáticas y propias de cada uno. Nadie se mete en nuestra intimidad para ver cómo y cuándo lo hacemos. Lo que sale es. Uno tampoco le da importancia.

En la niñez, dependemos y quizás aprendamos a cuidar nuestro cabello, la piel, protegernos ante las inclemencias del tiempo, modales para comer, pero hay muchos peros e incognitas que quedan por descubrir y seguir creciendo.

El varón sabe que tiene un pene, la nena sabe que tiene una vagina, pero con nombres diferentes según la costumbre familiar. Si sabe que es un niño masculino por tener un miembro que lo define y lo mismo sucede con la definición física femenina.

Una identidad, con nombre y apellido, una fecha de nacimiento y empezar a arreglarse como cada uno puede. Dicen en los libros que nos socializan para ser individuos, personas, que la familia, la escuela y el entorno inmediato son los que construyen nuestra identidad real.

Muchos autores, y la psicología habla sobre este tema que indudablemente mientras uno crece no los lee, y cuando, se puede dar la excepción de que uno de estos textos caigan en nuestras manos, ya estamos en una etapa de la vida donde muchos secretos y misterios nos enmascaran.

La pregunta no puede faltar: ¿qué se entiende por sexualidad y sexo?

¿Quién fue la madre de Adan y Eva?

Nadie jamás me pudo explicar el origen de estos dos personaje, sólo me respondían, la historia de la humanidad comenzó con ellos.

Mi caprichosa naturaleza de averiguar siempre, curiosear y por supuesto preguntar, me obligo a esperar mucho tiempo para encontrar respuestas y obtener referencias. Al principio todo me era muy fácil aceptar. Dios era y «basta de embromar», no me alcanzaba, ya que inmediatamente seguía inquiriendo, quién es este nuevo ser.

Creo que aburría a mis interlocutores, muchas veces me callaban con un «dejá de querer averiguar sobre todo». fue lo suficiente para que se potenciara mi vocación por querer informarme cada día más.

Esta es una lección para los demás, pero, fue la señal que me encamino por la vida queriendo aprender, leyendo, mirando y estudiando. Me volví una lectora empedernida, y lo cierto, dejé de buscar en mi entorno referentes que dieran contestaciones.

Había decidido por «motus propio», que uno debe buscar solo, lo que desea y además no hay mejor amigo para contener nuestras dudas que uno mismo. Un descubrimiento, mi pensamiento y mis ideas me daban placer, no necesitaba compartir, despues comprobé que mi autogestión en el aprendizaje me daba resultados en ciertos espacios. Evite a mi familia y a mis maestros que me acusen de entrometida y no me gustaba que me dijeran insolente o atrevida por andar molestando con mis custionamientos continuos.

Los libros en ese entonces eran mi refugio, tuve la suerte de encontrar un librero, que por su experiencia e ideología me asesoraba y me guiaba por la literatura. Hoy puedo decir que no tenía conciencia de todo lo que tragaba en las noches y en los días. Yo aprendía y entre autores y personajes supe sobre todas estas contradicciones que había sobre Dios, Adán y Eva y sobre la paternidad y lo que más me costaba aceptar que con ellos se selló un problema que trascendió en todas las épocas históricas. El qué, el cómo y el por qué y las consecuencias del «Pecado Original».

Creí que original era por lo diferente pero una vez mi asesor literario me dijo » no es por que se originó, se inició, comenzó la caída del hombre; desde entonces somos todos pecadores. Para algunos la condena y el castigo, para otros lo bueno y lo malo, las dos caras de la vida.  Tuve que esperar muchos, muchos años hasta que comprendí que la sexualidad humana era el mayor pecado. Así que confundía que la concepción, el nacimiento de una nueva vida partía de un acto que marcaba diferencias.  Tener un hijo era un acontecimiento, preguntar cómo se hace un hijo? no era una debida pregunta.

¿Qué es entonces la sexualidad y las relaciones sexuales?  Acá comienza el deseo de crear este blog. Me parece que somos muchos los que siempre tuvimos intereses y dudas al respecto. Como dije en mis otros blog, lo mejor es preguntar, pensar, y averiguar, investigando, dado que las visiones sobre esta problemática, si la podemos llamar así, saltaban de un  extremo a otro. Soy directa y sin rodeos, y esto lo digo desde mi madurez, si puedo definir que a esta altura de mi vida no debo andar con rodeos.

¿Por qué hablar de sexo y de la sexualidad es un pecado para muchos, si todos lo practican? Además si nuestro género hombre o mujer se define como sexo masculino y femenino ¿dónde esta la infidelidad de hablar o dialogar sobre él?

La educación sexual es muy reciente, sin embargo en la intimidad todos «algo saben» y por supuesto que la ejercen en cada situación. Yo como mujer tengo mucho que aprender y sin embargo nadie me enseñó a comportarme como tal. Si, «las nenas se visten así, y los varones son diferentes en su quehacer y pensar», eran declaraciones que nos condenaron a la ignorancia y a equivocarnos en nuestra acción diaria. Juro que ninguna persona y nadie en mi vida y preguntando a mis pacientes y alumnos, no supimos cómo ser una mujer y/o un hombre. Tarea que tuvimos que desempeñar con los elementos personales e individuales. Si lo ejercíamos bien o mal nuetro rol era una responsabilidad netamente autodidáctica.

Despertando neuronas

Este despertador nace como un invento, siempre observaba que uno puede lavarse la cabeza con shampoo, se puede teñir el cabello, cortarlo y peinarlo, pero mi gran duda es ¿qué embellece a nuestra cabeza por dentro?

Esa maravillosa cabeza guarda un cerebro que oscila en 1 kg y es el reservorio de todos nuestros conocimientos y no es un disco rígido como posee una computadora. El cerebro es un misterioso órgano que tiene un potencial maravilloso y que no lo sabemos tratar ni cuidar. No existe un estetista de cerebros. sin embargo estilistas hay cada vez más para nuestro aspecto exterior.

Maravilloso mundo cerebral

Ya Adán y Eva también tenían su cabeza y su cerebro. Por eso que siempre me remito a ellos, quizás podría pensar en los primeros hominidos también.

El despertador de neuronas tuvo muchos nombres: ferretaria mental, sombreros ideográficos, enseñar a pensar, métodos de estudio y de aprendizaje u otros que no tienen sentido enumerar.

El día que surgió el despertador de neuronas como centro de esta propuesta  se ligaba con  las teorías que expresan  que nuestro cerebro trabaja en porcentajes mínimos; y que el resto esta «estático», «dormido», «ausente», «entre parentesis», suspendido sin aviso.

Era importante ponerse a estudiar más sobre el cerebro, qué es esa masa encefálica que guarda vocabulario, letras, músicas, ideas, palabras y conceptos, y se multiplica de conocimientos matemáticos, históricos, biológicos, geográficos, astronómicos, etc. etc.

Muchas teorías pasaron por mis manos, pero lo increible que todavía lo que se sabe sobre el funcionamiento del cerebro es mínimo. Sigue siendo una incognita y podemos decir que es una suerte que sigamos investigándolo, ya que posibilita remitirnos a que el cerebro es un centro individual de cada persona que le permite construir su vida y participar en el mundo de la ciencia, de la cultura y de la tecnología. El cerebro lo podemos comparar con un Dios todopoderoso que nos organiza nuestro quehacer cotidiano.

El pensar, el hablar, el sentir, el oir, el tocar, todo esta alojado en esos tejidos compuestos de neuronas, sinápsis que van y vienen. Podemos preguntarles a los neurólogos, a los psiquiatras, a los investigadores y muy pocos pueden responder  por qué se forman las ideas, por qué aprendemos, por qué un músico compone sonidos y melodías, un pintor crea su colorido y sus imagenes y seguir cuestionando y las respuestas son tartamudeos, algunos pueden ser erúditos, sin embargo sigue manteniéndose el secreto y el desconocimiento real. Casi lo mismo pueden decirme que pasa con el alma. Pero esto es harina de otro costal.

Afirmo que el cerebro esta, las neuronas circulan por esa masa encefálica, que a la luz de un laboratorio es carne con ramificaciones. Lo que hay adentro tampoco se puede ver objetivamente y seguimos en la misma incognita.

Dado que no encontrba respuestas a cómo funcionan mis neuronas, y tampoco me servía saber esto. yo estaba dormida o tirada esperando a que se me revelase el misterio.

Por eso que me dedique a pensar que hermoso sería ver si la gente quiere mejorar sus conocimientos y despertar sus sentimientos, sus pensamientos, enriquecerse e interesarse por saber más. Allí dije, en vez  de seguir en las dudas neurológicas, me convertiría en un reloj o un estimulador cerebral no eléctrico ni de shock. Por el contrario con mucho respeto ayudaría a la gente a que sienta, piense y hable mejor de si mismo y que cuide su preciado cerebro mágico, y algo muy cierto, que todavía la ciencia no pudo superar.

Bienvenidos a mi Blog!!!

Todos nos preguntamos, como empezo el mundo y la vida de cada uno de nosotros. ¿Qué, cómo y quién soy? Me conozco?, Soy lo que yo creo? Soy lo qué los demás piensan que soy? Cómo hago para mejorar, aprender y ser mejor persona?

Todos estos interrogantes tienen tantas respuestas como humanos hay, sin embargo muchos tomamos prestadas las ideas de otros y en vez de hacer nuestra propia historia nos colgamos de los otros; y eso que se llama ideología, teología, o ismos, nos termina configurando y nos remiten a diferentes respuestas. Unos creen en Adan y Eva o en el Big Bang, en Dios, en la Naturaleza, pero finalmente dónde está o cuál es la verdad.

La sigo picando, ¿qué es lo que a cada uno le interesa obtener, que nos motivará para seguir la ruta?

Bueno es hora de empezar y a exponer mis propósitos.

Desde que empezamos a gatear y a investigar el entorno que nos rodea, el bebe, el niño, mira, curiosea y ahí empieza la cuestión: a preguntar acerca de todo. ¿Qué es eso?, ¿cómo es?, y a medida que va creciendo empiezan los ¿por qué? Para algunos comienza la determinación y el encasillamiento: niño travieso, niño curioso, niño atrevido y osado y luego se puede decir niño filósofo, investigador, quiere saber, ama conocer y cada vez más esta implicado en descubrir y obtener información.

Yo me encuadro en el haber sido demasiado curiosa, quizás metida, para muchos insolente y tediosa, persuasiva y terminé siendo muy controvertida, dividí a los personajes de mi círculo íntimo, en los que me querían, los que me despreciaban y a los que les era indiferente. quizás otros encasillamientos se pueden acotar, pero no quiero redundar en mi historia. hoy sé que todo sigue igual, quizás muchos me rechazan, me odian, me quieren, les molesto y me doy cuenta que lo bueno y lo malo es viejo como el pecado de Adán y Eva.

Pero ellos, por mucho tiempo fueron mi ejemplo, me preguntaba ¿qué es lo que hicieron para merecer la salida del paraíso?. en realidad, me costaba creer que existía este mundo ideal. La vida no era un edén, por lo tanto me empecé a convencer que había algo más que escondía la historia de la manzana y de la víbora.

Me sirvieron para empezar a dudar y para preguntarme otras cosas. Especialmente cuando me desperté en los temas de la sexualidad y de los objetivos de formar una pareja: ¿ son los hijos nada más? Y siempre con nuevas intenciones ahondé en que ser mujer y ser hombre significaba mucho más de lo que el «Libro» manifestaba.

En ese entonces tenía mucha influencia del libro, o sea la Biblia, y me llamó la atención que Discépolo la pusiera al lado del calefón, ya lo sagrado no estaba en todas partes había muchas cosas que tenían y cobraban otros sentidos.

La lectura como una pasión da otras ideas y las historias, los cuentos, las novelas, las poesías aportaban una «cultura» diferente a mi idolatría biblica, nuevas cuestiones y más curiosidad.

Pero descubrí que yo pensaba y que inventaba cosas, me surgían ideas y hacía comparaciones y viajaba por el tiempo histórico como un relámpago. Me veía reflejada en el mundo griego, luego en las orgías romanas y que decir en el medioevo y todo lo que aportaba la modernidad. Hoy en este mundo contemporáneo y a lo que se llama la postmodernidad. Es tanto lo que aprendí, aunque modestamente sé que me falta mucho por saber, todos mis ideales fueron modificados y revolucionados con la era tecnológica, con las religiones alternativas, con las convicciones de las nuevas generaciones, con los cambios musicales y lo más hermoso que todos conviven en el mismo techo terrenal.

El mismo que le dieron a Adan y Eva, ellos no hay duda que fueron y siguen siendo famosos y lo que más me duele es que la fama a muchos le da dinero y trascendencia. Pero están  los que no la tienen y son hormigas de un mundo discriminador y lo peor es que se valora más al dinero, mucho más que a los humanos.

¿Dónde esta Dios es una pregunta muy importante cuando se ve las diferencias humanas? ¿ Por qué las injusticias? No hago más preguntas de estas, sé que no tienen sentido y no quiero que el himno y la Biblia para mí siga siendo Discepolo con ese tango Cambalache.

El mundo es y fue una «porquería», no lo sé, pero desde Adan y Eva hasta hoy se repite todo, el mal y el bien es ciclico cobrando otras caras y otros colores. Hablar de todo esto deprime asi que paso a otra realidad.

¿Cuál será? ¿Qué le pasa hoy a cada hombre y a cada mujer? la gente sigue reproduciéndose, la gente gusta del sexo y del placer, hay una tendencia a querer gozar, la felicidad, la alegría, pero un poco de pesimismo diría que también esto trae sufrimiento dolor, angustia, a todo esto le tienen que decir gracias los psicólogos.